Parte 1. "¿Te acuerdas de mí?
-- Ahí estaba él, sentado en aquella banca en el parque Morelos. Pude distinguirlo a lo lejos, esa vestimenta que lo hacía tan atractivo.
No era guapo, sino... diferente --.
Realmente no recordaba con tanta seguridad aquella ocasión, pero intentó expresarlo como si hubiese sido esa misma tarde. Estaba emocionada, aburrida
de su vida, por fin encontró algo ( alguien ) que llamara su atención.
-- Y eso, ¿cuándo sucedió? -- Le pregunté. Con una sonrisa en sus labios y su mirada perdida hacia la esquina del techo, como si algo le llamara la
atención de ese espacio,respondió << ¿Por qué no ha limpiado el techo? Se ha llenado ya de telarañas. >> Realmente no me esperaba algo así ('_').
Llevo mucho tiempo platicando con ella. Una tarde se acercó a mí y empezó a hablar. Yo no he tenido mucho problema con escuchar a la gente, normalmente
me doy el tiempo para poner atención a otros. Desde entonces, ella ha llegado a mí para platicarme su día. Yo, sólo la escucho.
-- Mi novia no ha podido limpiar, no tiene cómo --
-- Pensé que no tenías novia --
-- Puedo asegurarte que no tengo -- <----- |¬.¬| ( qué triste )
En mi cabeza todavía se esperaba la respuesta...
-- Fue esta tarde -- Por fin respondió.
Mi vida no era tan... activa como lo es para la gente normal, lo mío era diferente. Tenía el tiempo para todo, y para nada más que todo... que tuviera
que ver conmigo. (°,°)
-- Pasaron algunos minutos antes que dejara de observarlo y me animara a hablarle... tuve que bajar cada uno de los escalones del monumento, lo cual me
cansó y no llegué antes que él se fuera --. El hecho de no haber cruzado palabra alguna con él, no implicó que ella se desanimara. Su corazón latía con
la idea de haberlo visto, de saber que existía, que estuvo un momento para ella. Sí, es interesante pensar en eso... espero que sea así (°¸°)
-- ¿Podrías describirlo? -- Me había quedado pensando en lo de "mi novia" y la telaraña, pero seguro que no tenía caso insistirle a la imaginación.
-- Es inteligente y conoce mucho acerca del mundo. Quiere ayudar a las personas, pero ellas mismas no se dejan --
-- ¿Cómo puedes saber eso, si no platicaste con él? --
-- Pude verlo en sus ojos -- Esta mujer empazaba a darme miedo. ¿Cómo podría ella ver eso en los ojos de una persona, cuando éstos están a más de 30
metros de distancia? No, no me daba miedo, la conozco hace tiempo y sé que tiene sus "momentos".
La conversación se me hizo desesperantes al hablar sobre los sentimientos por lo que les contaré lo que sucedió luego con ella:
Terminando su visita, insistió en irse a pesar del mal tiempo que hacía. Llovía a cántaros y una tormenta eléctrica adornaba el cielo. No pude
detenarla
y se largó. Cuando calmó la lluvia, salí a buscar algo de cenar ( lo que me hizo caminar un par de cuadras ), nunca conseguí la cena esa noche.
Yacía tirada en el pavimento ( cerca de donde suelo sentarme a descansar cada mañana después de 15 minutos de caminata), un auto atravesado a media
calle a unos cuantos metros adelante ( donde también había descansado en otras ocasiones ).
Ella gritaba de desesperación, estaba muy espantada. No sabía qué hacer. Tan sólo observaba el cuerpo al que acababan de atropellar. No pude llegar a
otra cosa mas que suponer que ella lo había hecho, la tempestad del clima no le permitió concentrarse en el camino y se descuidó al momento de girar en
esa esquina. Me acerqué a ella para calmarla, y sus palabras crearon una gran confusión en mí.
-- Toma mi carro, síguelo. Dió vuelta a la derecha, es un carro Pointer city rojo con placas DMZ-8336. Lo ví todo, ví cuando dejó tirado el cuerpo y se
arrancó -- ¿No fuiste tú? Eso fue algo de alivio para mí, eliminada la posibilidad que mi mente creó. -- ¿Qué haces? ¡¡Tienes qué seguirlo, cometió un
crimen!! -- ¡No sé manejar! Estaba confuso, en mi mente daban vuelta muchas cosas... y no sé manejar. Creo que debí decirselo antes de que me
abofeteara para reaccionar.
-- No sé manejar -- ¡Qué estúpido soy!
-- ¡Qué estúpido eres! --
Pocas cosas pude aprender de esto, pero han sido muy valiosas para mí.
1.- Los problemas pueden llevarnos a momentos que obstaculizan nuestra mente para responder y solucionar. Por lo que hay que pensar poco y que ese poco
sea en cómo resolver los problemas.
2.- Debo decir las cosas al momento y no guardarlas, pues pueden empeorar las cosas.
3.- Que mi imaginación no ha encontrado límite para mis idioteces, lo que me ha hecho escribir esta tonta historia.
Vale... regresando a la realidad ( aunque también fantasiosa ), les contaré lo demás de su día.
Hoooollaaaaaaa {esto se escribe mientras sufro una dosis de ataques epilépticos}
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