De regreso a windows...

Pues sí, por estar jugando con la instalación de KDM y GDM me cargué algunos demonios y lo jodí todo :D.

Sólo puedo sugerir que se decidan por gnome o kde, y que se informen bien antes de instalar alguno extra, pues a la mera hora no me funcionó... y al querer desintalar, je... karma.

No he encontrado mi disco de ubuntu, por eso regreso a windows; aprovecho la oportunidad para instalarme corel y trabajar un poco con él y unirme a la banda de pollito en World of Warcraft :D.

Espero poder estar escribiendo más seguido :D ya me cansé de andarle platicando a todos de mi vida, creanme, no se me es tan bonito desahogarme con cada amigo.

Espero que el gordo panzón de rojo ( como dijese Grofry ) les haya traido a sus seres queridos y que este nuevo fin del mundo... año... usen ropa nueva y roja ;)

Arte chiapaneco cuida el medio

Más de trescientos años deben pasar para que una llanta deje de ocupar un lugar en el planeta como tal, no importando que ésta sólo tenga una vida útil de, por mucho, un año.

¿Qué pasa entonces con ese material que seguirá invadiendo el ambiente y, por ende, contaminándolo?

Orgullosamente, un chiapaneco ha encontrado un uso ecológico para este tipo de deshechos. El ingeniero agrónomo Romeo Vázquez García, originario de Tapachula, ha desarrollado un proyecto en el que, un material altamente contaminante como las llantas, en vez de quitar vida, la cobijen.

Con un proceso totalmente artesanal, Romeo Vázquez es capaz de crear jarrones y macetas hechos con llantas, con la certeza de que el material con el que están hechas no impedirá el crecimiento y desarrollo de la planta que se decida alojar ahí.

Independientemente del valor artesanal, que de por sí ya es admirable, al proyecto ingeniado por este tapachulteco se le adhiere un valor ecológico, más que importante, necesario, ya que con un producto totalmente reciclado es posible limpiar millones de toneladas de llantas que son desechadas por los millones de autos que recorren el país.

Además de jarrones y macetas de todos los tamaños y modelos, el agrónomo hace, con ayuda de una cortadora de metal, cuchillos y pinturas, columpios, canastas y hasta ataúdes.

Las herramientas con las que trabaja también son hechas por él; sin embargo, él mismo confiesa que para lograr hacer de este trabajo una actividad que realmente repercuta en el cuidado del ambiente, se necesita hacerlo a gran escala, y por ahora no cuenta ni con el lugar, ni con la maquinaria necesaria para llevarlo a cabo.

Estos días, gracias al apoyo de su municipio, logró venir a la Feria de Chiapas; el próximo año irá a exponer su trabajo a California, en Estados Unidos, y tiene una oferta más para Tamaulipas. Desilusionado, declara: "Si aquí no les interesa, tendré que irme a otro lugar dónde sí se aproveche (el proyecto ecológico); es sólo por el bien del planeta".

Cuarto Poder. 08/dic/08