De noche pretendo imaginarte, y me miento.
Miéntome pensando que el tiempo regresó,
imagiando pláticas nocturnas,
sintiéndome querido todavía,
pensando que sigo vivo.
Miéntome, una y otra vez,
pensando en una realidad pasada,
para creerlo, para saberlo,
para poder sonreir una última vez.
Miéntome para alimentar mi esperanza,
para robarme unos sueños.
Miéntome en todo:
en el pensamiento;
en los suspiros;
en la imaginación;
en la lluvia;
en la desesperación.
Miéntome en todo,
y no tengo miedo...
Miedo a perderme en mi mentira,
por que para recordar la realidad, estás tú.