miércoles, 7 de septiembre de 2011

Siempre hay porqué volver.

  • Te daré tus nalgadas.
  • Ojalá, y yo me vengaré.
  • Sí.
  • Y pegaré a esas almohadillas que tienes por nalgas. Tal vez, hasta las muerda.
  • Te diré algo que nunca pensé en decirte. Me gustaría haberte hecho el amor. Hacértelo, hacérmelo, hacérnoslo.
  • Lo hicimos, varias veces.
  • Tienes razón.
  • En cada beso entre nuestros labios, con nuestros abrazos entrelazados.
  • En cada suspiro.
  • Cuando mis labios y mi lengua se perdían entre tus piernas. Cuando mojaba tu mano.
  • En ensayos de lambada.
  • En cada mirada. ¿Recuerdas la primera vez que besé tus senos?
  • Recuérdamelo.
  • Recordaré que probé tus senos, tus pezones, aquella tarde después de clases. Solos, rodeados de espejos. Cambiabas tus mudadas, y yo te observaba. Me aseguré que nadie estuviera cerca, para acercarme a ti. Detenerte, asustarte y disfrutar de esa mirada tierna e inocente.
  • Ya recuerdo, gracias.
  • Ángeles... el lugar donde compraste el boxer morado de encajes, ¿cierto?
  • Sí, tu regalo.
  • Un regalo que guardas. Y un vestido de noche que nunca disfruté.
  • Un regalo para ti. Lo usé para ti, pensando en ti. Y el vestido, aunque no estuviste presente, lo viste, y me disfrutaste en él.
  • Me regalaste ese momento. Nunca se trató de objetos, sino de tu piel. Y ver tu alma a través de ella.
  • Me hubiese gustado que tú lo desabrocharas.
  • Hacerte el amor con la mirada... lo desabroché con la mirada.
  • Después de besarme el cuello.
  • Recorrer tu espalda.
  • Quitármelo con tus labios. Besar tu pecho, lamer tus pezones, saborear tu cintura.
  • Recorrería nuevamente el camino de tus piernas. Rozaría tu abdomen con mis labios, con mi lengua. Y humedecer tu cintura. Perderme en tus vellos.
  • Dejaría que me hicieras lo que quisieras.
  • Buscaría que tus piernas presionaran mi cabeza, y seguir mientras escucho tus murmullos: "Para... detente".
  • No lo diría. No diría nada. Me robas el aliento así.
  • Parte de mi vida se escurría en tu piel... se perdía con el agua. Ahora recorro mi cuerpo con mis manos, recordando cómo lo hacían las tuyas.
  • Ojalá fuera mi cuerpo.
  • Ojalá fueran tus manos. Mientras poseo tu piel, una vez más. Hacer lo que nunca me atreví, adentrarme en ti.
  • Lo hiciste.
  • Pierdo la cordura y ésto me está apretando.
  • Déjalo, disfrútalo. Pero dime, ¿lo hiciste?
  • Hacerlo...
  • Sí, dímelo. ¿Estuviste dentro de mí?
  • Sólo en tu mente, en tu corazón.
  • ¿En mi cuerpo?
  • No.
  • Lo hiciste...
  • No, no me lo permitías. Llegué hasta los labios de tu sexo.
  • Una parte de ti estuvo en mí.
  • No.
  • Mis piernas temblaban, tus labios entre ellas.
  • Hubiese querido que toda tú, temblaras.
  • ¿Qué sentías?
  • Reventarte. Explotar. Perderme.
  • Lamías, mordías. Chupabas, me encantaba que chuparas.
  • Arrancar esa parte de ti. Quedarme con ellas. Tomarlas cada vez que quisiera. No puedo calmar mi respiración.
  • No la calmes.
  • ...
  • Quiero soñar contigo. Sentirte, que fueras real.
  • Recorrer tu pecho, bajo tu blusa.
  • ¿Por qué no lo haces?
  • Por que ya no tienes blusa...
  • Cállate y bésame.

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