Dicen los que saben , que las hadas también lloran,
aunque no lo hacen como los humanos.
Dicen que cuando los antiguos espíritus del bosque oyen a las hadas
llorar de pena, desde el mismo corazón de la tierra hacen brotar un
árbol frondoso, azul y luminoso como el cristal y cada lágrima de hada
se transforma en una hoja nueva prendida a sus ramas que crecen y crecen.
(Las lágrimas son palabras que no nacerán.)
La gloria sea con Aquel que no muere.
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