No hay forma de escuchar tu nombre en el viento, más que en mi pensamiento.
Ni que sucedan cosas, más que en mi imaginación.
Y es que el contemplar la noche..
Un suspiro, un gemido y el susurro de tu nombre.
Tres cuartos de luna, una pica de estrellas.
Un puño de inspiración y el deseo loco de mi imaginación.
Y se vuelve una noche perfecta.
Su manto, el sereno, un poco de brisa, y el sonido de la naturaleza.
-¿Acaso estás en ella?-
Vuelve loco a mi corazón.
Veo las luces de la ciudad, y pregúntome en cuál de ellas estás.
Cierro los ojos, quiero adivinar.
Cierro los ojos, quiero sentir tu presencia.
Pienso en tu nombre, y quiero expresar lo que en mi interior se refleja.
Tan sólo ideas locas que en mi mente se crean.
Sentado con el alma acostada, admiro la noche
y en ella...
la compañía de tu ausencia.
¿Acaso eres culpable de mi locura desenfrenada?
Siento frío...
Abrázame.
Tengo miedo...
Mírame.
Mi cuerpo tiembla...
Bésame.
Que el silencio y la oscuridad se consuman en ésta noche perfecta,
fuera de lo real... fuera de lo que es.
te quiero mucho,no lo olvides.
ResponderEliminarHermosa charla, Nene, hermoso ser testigo.
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