Diferenciar cuando es demasiado tarde, o bien, cuando es demasiado temprano es, en ocasiones, fácil, muchas otras dificil. Peor aún cuando hablamos del momento preciso para ello.
Muchas cosas en mi vida se han atrasado, aun sigo postfechando muchas actividades, hasta que llega el momento en el que el tiempo límite se aproxima tanto, que todo se vuelve un caos.
Para todo hay tiempo. El problema es organizarlo, pues el tiempo es el preciso. No más, no menos. Aunque creamos que ésto puede variar (ej. El tiempo de espera para ser atendido en un banco).
Tantas han sido mis ganas de saborear de la fruta "en su punto" que, no sé cuándo es demasiado pronto o cuándo es demasiado tarde. Por ello, pido una disculpa a aquellos que se han visto afectados por no actuar en el momento debido.
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